Parte 1: Análisis
de Coyuntura política
El
desarrollo y desenlace de los acontecimientos políticos en Ecuador en estos
últimos tiempos ha sido caracterizado como un culebrón político, una telenovela…una
manera optimista y picaresca de ver la vida política del país, pero a pesar de
ello no es menos cierto que lo que está en juego en estas coyunturas políticas
es el destino de los ecuatorianos.
Es
necesario contar con ciertos elementos para el análisis político y coyuntural;
el primero de ellos es que el Presidente Lenin fue parte importante
-vicepresidente y delegado del Ecuador a las Naciones Unidas- del proceso y
gobierno de la Revolución Ciudadana. Segundo, el presidente Lenin Moreno ganó
la presidencia representando al Movimiento Alianza País (del cual es su actual
presidente). Esto significa, que el actual mandatario es parte del proceso y
proyecto político de AP, tanto en sus aciertos como en sus errores, y esto debe
ser asumido como tal. Tercero, en el juego de la
política dentro de un sistema democrático, no empieza ni termina en las
representaciones institucionales de un Estado, y menos aún en la disputa de dos
líderes, por más importantes que estos sean.
Estas
referencias son muy importante porque ahora da la impresión que el actual
presidente fuera “harina de otro costal”, como dice el adagio popular. Su
manera de distanciarse del expresidente Correa, ha ido más allá y ha empezado a desmontar el mito o realidad de
la década ganada, de la revolución ciudadana y del proyecto político de
AP, de ahí que haya recurrido a expresiones fuertes que afirman estas premisas,
“Hay que volver a los principios de la Constitución de Montecristi”, “A
cualquier pendejada llaman revolución”, y se podría citar varias expresiones
más.
Inicialmente
se hablaba de un proceso de transición (aun lo estamos por cierto), pasar de
una forma de gobierno de/desde la confrontación al diálogo. Solo que ese
diálogo era con quienes Corre durante
sus 10 años de gobierno había culpado y responsabilizado del desastre político
y económico en tiempos pasados. Esto sin duda se convirtió en un desaire para
el proyecto político de la revolución y de manera personal para antiguo
coideario el expresidente Correa. De ahí su acuñada frase de “no volver a ese
país del pasado” y “prohibido olvidar”. Incluso el presidente Lenin Moreno,
afirmaba que ese tipo de gobierno de la confrontación fue necesario en ese
tiempo, pues se recibía un país desinstitucionalizado y con una élites económicas
y políticas que hacían y deshacían el país -claro más deshacían que hacían
país-.
Pero
lejos de convertirse en una transición política dentro de una misma línea
política representada en AP, se convirtió en un distanciamiento que se expresó
en confrontaciones personales entre presidente Lenin y expresidente Correa. De
esta manera, se abría una brecha que con el paso de los acontecimientos,
-nuevas evidencias, vinculaciones y con ello nuevos procesos judiciales a
funcionarios del exgobierno de Correa-
se fue ensanchando esta brecha.
Marcando
una partición de aguas. En la una orilla está Lenin Moreno con todo su gabinete
como no podía ser de otra manera, y además con ciertos supuestos “enemigos” del
correísmo que estaban en la oposición y otros actores de significativa
trayectoria política como la CONAIE, FENOCIN, entre otras y en la otra orilla
un grupo de asambleístas y exfuncionarios del gobierno de Correa los mismos que
apelan a una lealtad al proyecto político pero que muchas veces es leído como
lealtad incondicional a su líder histórico Rafael Correa.
El
un lado de la orilla del presidente Lenin ha estado matizado primero por un
diálogo abierto justificado en una supuesta reconciliación del país, pero
además con ciertos favoritismos, como la entrega en conmodato de la Casa de la
CONAIE, la misma que fue punto de conflicto en el gobierno de Correa, la
publicación del decreto 163 donde se eliminaron los
decretos 16 y 739 que regulaban la conformación y las actividades de las
organizaciones sociales, lo que permitía a organizaciones como la Unión
Nacional de Educadores-UNE a hacer la reinscripción, y la posibilidad de
activarse la Fundación Pachamama, ambas críticas al gobierno de Correa, la
promesa de aumento de la pensión jubilar para el Seguro Campesino, entre
otras.
El 22 de junio del 2017 se creó mediante Decreto Ejecutivo el
Concejo Consultivo Productivo – Tributario, en el mismo que fuera liderado por
el Vicepresidente Jorge Glass, ahora con prisión preventiva, lo que le llevó
asumir a la ministra de la Producción Eva García, dicho Consejo. Además se
crearon siete mesas de diálogos buscando la participación de varias
organizaciones sociales de la sociedad civil.
Este Consejo Consultivo presentó el 29 de septiembre más de 100
propuestas para que sean consideradas en el plan económico de gobierno de
Lenin, en su mayoría demandas del sector productivo con el justificativo de
reactivar la economía del país, sosteniendo la tesis que el sector privado es
el único elegido de producir empleo (digno o no digno no importa), de generar
divisar y hacer crecer la economía, pero siempre con la protección del Estado.
Para la segunda semana de octubre, el presidente presentó su plan
económico, que más bien fueron algunas medidas, en las cuales se tomaron pocas
sugerencias propuestas por el Consejo Consultivo, lo que provocó descontento en
la mayoría de la clase empresarial, sin que esto implique que abandonaran los
diálogos.
Para esta fecha la gestión del gobierno de Lenin ya había
sobrepasado los 75 puntos porcentuales de aceptación. A pesar de ello, esto no
era suficiente para garantizar una plena gobernabilidad y menos teniendo encima
una crítica de los empresarios del país y otros sectores sociales y gremios del
país que mostraron descontento con las
medidas.
El equipo político de Lenin tenía claro que las encuestas ayudan
pero no significaba contar con una base social, los diálogos apuntaron hacia
esa dirección y como complemento se lanza la consulta popular -con un buen
cálculo político-. Si bien unos analistas plantean que la consulta busca
legitimar su elección debido a la estrechez de los resultados electorales
presidenciables, en realidad se busca base social en los territorios y
adherencia de actores y sectores claves a la orilla de Lenin. Por otro lado,
esto ha puesto en jake al bloque oficialista obligando a tomar partido por las
preguntas de la consulta.
Mirando los resultados se podría decir que hasta el momento están
haciendo un buen juego político, combinando muy bien los tiempos y las
acciones, al menos hasta hoy les ha resultado todo como presumiblemente lo
planificaron. Si bien aún se está a la espera de la calificación de la consulta
por parte de la Corte Constitucional, ya se visualizan dos tendencias al
interior del bloque, una a favor del Sí y la otra quienes estarían por el No al
menos a 2 preguntas de la consulta. La consulta y el eminente juicio a Glass,
parece ser la fórmula perfecta para romper la unidad del bloque que ha había
venido haciendo muchos esfuerzos para sostener dicha unidad.
Un elemento adicional al análisis, y debido al movimiento de actores en favor del presidente Lenin,
estaría la disputa del control del movimiento Alianza País, con el fin de
completar la fichas para garantizar una hegemonía política. Esto se ha hecho
evidente en estos días, donde los dirigente de AP de la orilla de Rafael Correa
destituyeron al presidente de AP Lenin Moreno, y como era de esperarse, la otra
orilla ha desconocido y deslegitimado esa expulsión bajo el argumento que ésta
acción debe hacerse en Convención Nacional que la máxima instancia de AP de
acuerdo a sus propios estatutos.
Sin duda al término de este análisis habrán más acontecimientos
para sumen a este análisis, pero por el momento esta primera parte de cierra
aquí.
Fundamental decir que se prevee la presencia del expresidente
Correa y con ello se presume que se polarizarán más las posiciones, el ajedrez
político tendrá mucho movimiento de fichas y jugadas.
También es importante que se debe aprobar la nueva reforma
presupuestaria, la misma que contiene un déficit fiscal de más de 3000
millones. En estos 5 meses de gobierno de Lenin ha adquirido deuda y
obligaciones en 9800 millones para sostener liquidez, lo cual repercutirá en en
los egresos que habrá que realizar en pago de intereses, esto para decir que el
gobierno en lo económico no lo tiene nada fácil, y que por ahora lo político ha
servido para desviar la atención en este tema trascendental.
“No se puede con honestidad satisfacer a los grandes sin agraviar
a los otros, pro sí se puede satisfacer al pueblo, porque el fin del pueblo es
más honrado que el de los grandes, queriendo éstos oprimir, y aquel no se
oprimido”. Maquiavelo. El Príncipe.