“Lo más importante como nos habían dicho los ancianos,
son los recuerdos; y eso solo pueden tenerlo los que han sobrevivido” (Achembe)
Esta pequeña novela ambientada en Nigeria-África, escrita por Chinua Achebe (1930-2013), quien
es considerado como el padre de la literatura africana moderna posterior a la
era de la independencia británica. Su narración se centra en el proceso de reestructuración política del
país africano y que inició con todas las taras políticas que había dejado la
herencia colonial. La más clara, la corrupción utilizando la política para
beneficios y excesos personales.
Este escritor nigeriano, muestra de una manera cruda y
figurativa una fase del poscolonialismo que tiene aun enraizado el colonialismo
británico, donde se niega el ser y la cultura africana para imitar en su vida
cotidiana costumbres de la vida inglesa para mostrar ese ser moderno y
estilizado, renegando sus raíces ancestales.
Escrita en 1966, constituye esa corriente que algunos
críticos literarios han dado en llamar “la literatura del desencanto”, con componentes satíricos y que parodian la
desilusión de las promesas de la independencia de los países africanos, pero
muy crítica en sus contenidos también con el nuevo proyecto nacionalista. Están
en la encrucijada de rechazar el modelo político de Occidente, con justificadas
razones, pero al mismo tiempo se distancias de esos nacionalismos que encarnan
viejas injusticias con nuevos ropajes políticos.
El Reino Unido estuvo ocupando formalmente estos territorios africanos
desde 1861, siendo la explotación del aceite de palma uno de los intereses
económicos para consolidar su economía y hegemonía política. Resulta curioso
saber que el nombre de Nigeria no es un nombre africano nativo, sino que fue la
escritora Flora Shaw esposa de uno de los principales colonialistas británicos
quien acuño por primera vez este nombre.
Achebe cuenta en la novela a partir de Odili que tiene una
ética inquebrantable y es uno de los personales principales, las desaventuras
políticas de su antiguo maestro de escuela el jefe Nanga, quien en el nuevo
sistema político llega a ser Ministro de Cultura pero con una gran influencia de
poder en el gobierno.
Los respetos cultivados por años Odili hacia su maestro se
verán afectados cuando mira de cerca las practicas corruptas del jefe Nanga
quien había le había invitado a una de sus residencia en la capital con el
ofrecimiento de una beca de estudios para el exterior. Sin embargo en el camino
su antiguo profesor aprovechando su poder casi omnipresente se involucra con la
compañera sentimental de su alumno, y esto detona no solo el repudio de Odili
hacia Nanga, sino que además una sed de venganza.
Dado que estaban cerca las nuevas elecciones con ayuda de un
antiguo compañero de universidad funda el Partido de Amigos Corrientes, que
hará oposición a la candidatura de la reelección del jefe Nanga, pero además su
venganza contempla la seducción de la nueva prometida del Ministro de Cultura con
quien contraerá matrimonio y se unirá el séquito de mujeres del gran ministro
de cultura.
Más allá de este propósito personal de Odili, se muestra como
es difícil descolonizarse e iniciar nuevas prácticas políticas después de años
de colonialismo europeo. En la medida en que se van empobreciendo la mayoría de
personas de esas sociedad la ética tiene menos cabida, importa ascender para
lucrar y tener una mejor vida, si para ello, hay que pisar a quien se
interponga pues eso se hará.
El final de la trama a pesar que queda abierto se resuelve
por la vía de un violento golpe militar que hace caer el poder del gobierno y sus
gabinete incluido al corrupto ministro Nanga. Esta es una novela de corte
histórico porque los hechos políticos coinciden con la realidad de Nigeria.
Este actuar político del partido del gobierno a pesar que
está a millares de kilómetros de distancia, muestra las similitudes de las
prácticas políticas de nuestros países latinoamericanos y en general del mundo.
La demagogia y las mentiras encarnadas en promesas políticas para ascender al
poder, las alianzas sin ideologías, bajo un solo interés: el poder. Los
intereses económicos de grandes empresas multinacionales que manipulan y
maniquean a políticos como títeres de teatrinos dotados de un realismo mágico y
perverso.
A pesar de responder a una realidad lejana y cercana con la
globalización, y de ser una novela escrita en 1965, aunque su primera edición
en español es en 2010, es recomendable su lectura, pues su trama seduce, los
personajes están construidos de una manera sencilla pero solventes en su
caracterización, la estructura de la novela da cuenta de la destreza del oficio
del escritor y el contenido de su compromiso político.
“En boca de nuestra
gente, no había una condena mayor. No era ya una simple cuestión de la copa de
un hombre estuviera llena. La copa de un hombre podía estar llena sin que nadie
se enterara. Pero en este caso el dueño lo sabía y, el dueño, como descubrí es
la voluntad de todo el pueblo”
Edizon León-Castro